Radio María Uruguay

Queridos hermanos y hermanas:


Aleluya! ¡Cristo Resucitó! Es el grito alegre de la Pascua que anuncia el milagro más grande de toda la historia de la humanidad. El que por amor se entregó al sufrimiento y a la muerte, ha vuelto a la vida. Los discípulos tienen dificultad en reconocerlo, es el mismo, se pueden ver las heridas de la pasión, pero está resplandeciente, glorioso; su estado de vida es definitivo y glorioso.

Él lo había anunciado diciendo que como el grano de trigo debía caer en tierra y morir para vivir y dar vida. Si bien la resurrección tuvo lugar hace dos mil años, es como una explosión de amor y de vida, cuyas ondas expansivas atraviesan toda la historia y todo lugar.

Hoy esta alegría debe impactar en los corazones y en medio de la realidad que cada uno está viviendo ha de ser un impulso de vida y de profunda renovación espiritual, personal y vincular.

La Pascua es el fundamento de la vida cristiana, es el centro de todo el año litúrgico y por eso está cargado de signos. Cristo nos viene a iluminar nuestra vida, todas aquellas cosas que muchas veces son signo de oscuridad para nosotros.

Creer en Jesús resucitado es procurar que nuestra vida tenga los mismos intereses que tuvieron Jesús y los apóstoles. Así lo decía san Pablo “Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo “
Alegrémonos pues hoy, en Cristo resucitado porque al resucitar Cristo ha hecho que nosotros pasemos de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, de la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios.

Por eso, como hombres llamados a resucitar con Cristo, hemos de ser, ya desde ahora, hombres y mujeres nuevos y renovados. Hemos de alejar de nosotros el miedo porque Cristo resucitó y está vivo y nos trae la paz. Seamos fuertes en la fe: nuestra fe iluminada por Cristo, debe brillar en este mundo. Seamos hombres de oración, porque desde que Cristo ha resucitado la oración ya no es tiempo perdido, sino el mejor tiempo empleado cada día.
¡Jesús resucitó y está vivo! Que vive para siempre, que se ha quedado con nosotros, que ya no muere más, porque la muerte ya no tiene ningún poder sobre Él.

El Papa Francisco pronunciaba el domingo en su mensaje de Pascua y la Bendición Urbi et Orbi 2023: “Queridos hermanos y hermanas en particular para los enfermos y los pobres, para los ancianos y los que están atravesando momentos de prueba y dificultad, un paso de la tribulación a la consolación. No estamos solos, Jesús, el Viviente, está con nosotros para siempre. Que la Iglesia y el mundo se alegren, porque hoy nuestra esperanza ya no se estrella contra el muro de la muerte; el Señor nos ha abierto un puente hacia la vida. Sí, hermanos y hermanas, en Pascua el destino del mundo cambió; y hoy, que coincide además con la fecha más probable de la resurrección de Cristo, podemos alegrarnos de celebrar, por pura gracia, el día más importante y hermoso de la historia…”

Acojamos también al Señor que viene a nosotros cada día y en cada situación. El Resucitado sale al encuentro de cada uno y de todos sus discípulos para mostrárseles vivo, dándonos la paz y reunirnos fraternalmente y nos envía a todos a ser verdaderos testigos de su resurrección.


¡Felices Pascuas de Resurrección!

Pbro. Fernando Pereira Chaparro
Director Editorial Radio María Uruguay

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